Los presuntos autores habrían estado durante meses accediendo al sistema informático de la empresa valiéndose de su conocimiento informático y de su condición de trabajadores de la compañía. A través de un virus “key logger” accedían remotamente al sistema para obtener datos confidenciales.
Las investigaciones daban comienzo en abril tras la denuncia de la empresa que ponía su sospecha en el antiguo responsable de informática. Los agentes lograron comprobar que efectivamente el sospechoso había entrado en el sistema gracias además a la colaboración de su compañera sentimental, que le había facilitado el ordenador corporativo.
Ambos han sido puestos a disposición del juez correspondiente.
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