La operación aún no se ha concluido porque de los cinco miembros de la banda sólo han sido detenidos dos. Los otros tres han sido localizados en su país de origen, Rumanía, por lo que se ha cursado una orden de detención internacional.
En concreto la banda perpetraba sus robos en vehículos de alta gama, preferentemente BMW y Volkswagen, que estaban estacionados en aparcamientos privados de Tres Cantos y otras localidades del noroeste madrileño.
La banda llegaba a cortar la luz de edificios enteros para acceder a los garajes. Sin embargo, según una portavoz del Instituto Armado, al conocer que la Guardia Civil les pisaba los talones huyeron a Rumanía.
Más tarde uno de ellos, el cabecilla, tuvo que regresar a su casa de Valdemoro donde su mujer iba a dar a luz. Allí fue detenido por los agentes, que también apresaron en Cullera, Valencia, tras una persecución por carretera, al encargado de enviar las piezas robadas a Rumanía.
A lo largo de la investigación se ha logrado recuperar varias partes de vehículos, así como automóviles utilizados por los integrantes del grupo para el robo de las piezas.
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