Se desconoce el número concreto de grabaciones que, supuestamente, realizó este joven de 25 años, aunque de momento cuatro mujeres le han denunciado.
Además de esto, el mirón quedó al descubierto de una manera de lo más curiosa: entregó un pendrive con archivos de trabajo a una de las empleadas, pero, entre las carpetas, también estaban los videos de las grabaciones. La mujer encontró esas imágenes en las que, ella misma, aparecía en el baño. Inmediatamente lo denunció ante el puesto de la Guardia Civil de Arroyomolinos, que detuvo posteriormente al joven.
La empresa cárnica que regenta su padre, y donde según confirma la Benemérita, se produjeron las presuntas grabaciones, se encuentra en el polígono Martinsa de Humanes de Madrid.
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