Van Houten está casado desde hace casi veinte años con una madrileña con la que tiene dos hijos. Aunque residen la mayor parte del año en Holanda, cada cierto tiempo viajan a nuestro país para ver a la “familia española”. El clima, el ambiente y la gente, todo le ha convencido a Albert para apostar por nuestro país y abrir aquí una empresa con un socio español.
Asegura que no le asusta la crisis y reprocha a los medios que se hable tanto en negativo del país y no se dé protagonismo a otras noticias positivas que contribuirían a crear una ambiente más optimista. “Hablas con la gente y tiene miedo al presente y al futuro, habría que intentar cambiar este clima”, afirma.
La apuesta de este holandés, con raíces ya españolas, es una empresa de training, destinada a fomentar habilidades sociales para vendedores o managers, una propuesta muy ligada con el coaching, de gran actualidad en nuestro país. Su ámbito no sólo es Madrid, también trabaja en otros puntos de España, como Zaragoza o Barcelona.
Asegura que la imagen que se tiene de España en Holanda no tiene que ver con la que hace unos días reflejaba una encuesta alemana, donde los españoles no salíamos muy bien parados. “Si es cierto que hay una minoría que cree que los países del sur son algo vagos, pero la mayoría no lo ve así”.
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