La red operaba especialmente en Fuenlabrada, donde manejaba la droga, la adulteraba y la distribuía tanto en la ciudad como en municipios limítrofes, siempre a consumidores individuales. Según un portavoz policial, la organización del grupo estaba perfectamente jerarquizada con una cúspide con el responsable de adulterar la droga y otro que actuaba de transportistas, y un segundo nivel con los que distribuían la cocaína y captaban a clientes.
La Policía ha registrado 13 viviendas, la mayoría en Fuenlabrada, donde destacaba un piso situado en una discreta zona residencial que servía para las labores de almacenamiento, manipulación y adulteración de la droga.
En total los agentes se han intervenido de casi dos kilos y medio de cocaína, productos y útiles químicos y farmacéuticos para su adulteración, dos prensas, gatos hidráulicos, moldes, balanzas, 36.000 euros en efectivo -de los cuales 400 eran falsos-. También han halado 10 vehículos (algunos de alta gama), una pistola con munición y numerosos teléfonos móviles.
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