En el aspecto de la alimentación, esa mejora se realiza a través de varios consejos: aumentar la ingesta de calcio, sobre todo durante la adolescencia (“el calcio está presente en leche y derivados lácteos, pero también en alimentos como las sardinas de lata” recuerda Iván Carabaño Aguado, jefe de servicio de Pediatría. Hospital Universitario Rey Juan Carlos) y de vitamina D (presente en pescado, huevos, leche).
Además, es conveniente hacer deporte al aire libre por dos motivos: primero porque la vitamina D se activa cuando nos da el sol y además hacer ejercicio físico aeróbico al menos tres veces por semana (durante media hora) ayuda a que el calcio se deposite en el hueso adecuadamente. “Hay que adaptar el ejercicio físico a cada niño, en función de sus características; el objetivo es que se lo pase bien, y que lo haga. Por eso hay que individualizarlo” apunta Carabaño.
Sobre dolencias particulares, algunas afectan a tendones y ligamentos; un tendón es un cordón fibroso que une el músculo con el hueso. Cuando se inflama un tendón, hablamos de “tendinitis” mientras que un ligamento es un cordón fibroso que une un hueso con otro. Cuando se inflama o rompe un ligamento, hablamos de “esguince”.
Otro de los aspectos que preocupa a los padres es el ‘pie plano’, Iván Carabaño explica que “es muy frecuente en los niños pero no suele tener ninguna importancia, y no hay que hacer nada con ellos desde el punto de vista médico, salvo que el niño tenga dolor o impotencia funcional. El pie plano aparece generalmente en niños muy elásticos, y desaparece con el paso del tiempo de forma espontánea”.
Muchos niños pueden sufrir además dolores por el crecimiento que pueden ser muy intensos y afectar a las piernas, generalmente de forma bilateral, y predominar por la noche. “Desaparecen con calmantes y con masajes suaves sobre la zona afectada” detalla el pediatra.
Sobre la práctica deportiva, hay algunas dolencias que pueden venir relacionadas como la enfermedad de Osgood-Schlatter (inflamación de la parte más proximal de la tibia) y la enfermedad de Sever (inflamación del talón). Aparece en adolescentes que hacen deporte que implique carrera y multisalto (baloncesto, fútbol…); “en ellos, es muy importante calentar bien antes de la práctica deportiva y al acabar ésta, estirar los músculos”.
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