Iván Carabaño Aguado, jefe de servicio de Pediatría del Hospital Rey Juan Carlos y del Hospital General de Villalba, explica que “los niños son grandes amigos de la constancia”. Un programa de rutinas con dosis razonables de ocio pueden ser más que fructíferas para que los más pequeños de la casa sean felices. En el caso del descanso, hay niños que necesitan dormir más horas que otros, si bien, para razonable como término medio conseguir que el niño duerma alrededor de 8 horas como mínimo. “Cuanto más pequeño es, más horas precisa de sueño. Es importante que haya silencio en casa por la noche, que en la habitación del niño no haya televisión, y que el juego previo al descanso sea tranquilo”, apunta Carabaño.
La alimentación es otro aspecto crucial y por ello se incide en las cinco comidas al día. “La dieta ha de ser variada, rotatoria, cambiante para evitar la monotonía. Buscar presentaciones divertidas para las comidas que más cuesta comer a los pequeños como verduras o pescado”. Carabaño también señala que es especialmente importante el desayuno, “y no hay que olvidarse tampoco de la merienda”.
Por último, el ocio también juega su papel. “Se recomienda hacer deporte a diario, o casi a diario, pero hay que buscar el tipo de deporte que más divierta a cada chaval” y concluye recomendando algo tan simple como hablar, leer, sonreír, escuchar música y “olvidarse de las pantallas”. “En los últimos años, estamos perdiendo la capacidad para disfrutar del silencio, de reflexionar y, en definitiva, del placer de hablar. La lectura, la risa, la música son también una parte de nuestra salud: Reivindiquémoslas”, subraya el pediatra.
Comentarios