Fran Soria Perdomo, Jefe del Equipo médico de Apoyo Quirúrgico del Hospital Sur de Alcorcón y Geriatra del Hospital Infanta Elena Valdemoro, remarca que todavía hay que vacunarse cuando se es mayor ya que “hay muchas enfermedades que se puede prevenir y que pueden causar la muerte en los ancianos”. Los datos nos dicen que 45.000 ancianos fallecen anualmente en Estados Unidos de América por enfermedades que se pueden prevenir por vacunas. “De hecho muchos mayores corren más riesgos por las enfermedades en sí que por las vacunas para ellas” subraya el Soria Perdomo que enumera las diferentes vacunas que se pueden usar en los mayores, entre ellas la de la gripe, neumococo, varicela, difteria o tétanos.
Otra de las dudas comunes es la confusión entre la gripe y la neumonía; el doctor recuerda que la gripe es un cuadro viral y la neumonía es un cuadro infeccioso que afecta al pulmón. La vacuna para la gripe es para un virus y la del neumococo es para una bacteria con dicho nombre; “ahora bien”, señala Soria Perdomo “previniendo la gripe con la vacuna podemos reducir el riesgo de neumonía en un 30%”.
La recomendación de la vacuna es para todos los mayores de 60 años, según recoge la Sociedad Española de Geriatría y Gerontología (SEGG), “en especial aquellos con condiciones clínicas como la diabetes y la enfermedad cardíaca”.
También deberían: los familiares que conviven con mayores, personal que atiende a los ancianos, personal sanitario de cualquier centro asistencial y personas con enfermedades crónicas o que requieran cuidados crónicos independientemente de la edad.
Los brotes epidémicos de la gripe ocurren de diciembre a marzo con intensidad variable y brotes de cinco a siete semanas de duración; la vacuna se suministra entre octubre y noviembre. Todos los años de 5 al 15% de la población contrae la gripe. Incidencia máxima entre 300 a 500 por cada 100.000 habitantes. Pero en grupos cerrados como los escolares o los institucionalizados puede llegar al 50%.
Soria Perdomo explica que es necesario vacunarse cada año “porque se fabrican cada año adaptadas para ser efectivas para los virus más corrientes en cada temporada. El virus de la gripe tiene una gran capacidad para variar su estructura dando lugar a muchos subtipos”.
Sobre las precauciones para las vacunas, destacan aquellas relacionadas con alergias a huevos o látex, y también “si ha tenido alergias a otras vacunas previas o si sufre de enfermedades como Guillain Barré”.
Sobre la frecuencia del resto de vacunas: la de la neumocócica 23-valente es recomendada por la Sociedad Española de Geriatría y Gerontología en todas las personas de 60 o más años y en especial 65 o más años, la de la difteria y tétanos con una dosis cada diez años, la de la varicela con dos dosis espaciadas 4-8 semanas para determinados pacientes, la meningocócica con una dosis de vacuna conjugada en contactos domiciliarios de pacientes con enfermedad por meningococo o la del virus de Hepatitis B, tres dosis para pacientes con enfermedad hepática crónica, receptores frecuentes de hemoderivados, insuficiencia renal, pacientes en hemodiálisis y viajeros a zonas endémicas.
Comentarios
Marlene Santacruz dice:
Este tipo de programas muy buenos por sus consejos y por la informacion en general. Felicitaciones al doctor Fran Soria por mantenernos informados
martes, 29 de octubre de 2013 a las 02:39