La palabra “artrosis” es una de las más conocidas en el ámbito médico por los españoles y habitualmente es entendida como una enfermedad grave que durará para siempre y que va a comprometer seriamente la calidad de vida de las personas que la padecen. Leticia Carabaño Aguado, responsable del departamento de fisioterapia del Club Residencial Imperial y de Los Nogales Spa Imperial apunta que “por este motivo es fundamental conocer su verdadero significado, ya que aunque es una enfermedad que todavía no se puede curar, los beneficios que se consiguen con un tratamiento correcto, pueden ser muy importantes, permitiendo llevar en muchos pacientes una vida prácticamente normal”.
La artrosis es la enfermedad reumática más frecuente: afecta en más o menos grado a todas las personas por encima de los 55 ó 60 años, pero sólo en una parte de ellos, la enfermedad es lo suficientemente severa para dar síntomas. Es muy habitual que las personas achaquen todos los dolores que padecen en la columna o en las extremidades a la “artrosis”, lo que con frecuencia es falso. Aunque todas las personas por encima de una determinada edad tienen artrosis, en la mayoría, los síntomas que padecen no se deben directamente a esta enfermedad, sino que tienen su origen en problemas de los ligamentos, músculos o tendones que rodean las articulaciones. La artrosis puede aparecer en cualquier articulación del organismo pero generalmente afecta a las de los dedos de las manos, las del pulgar, las rodillas, las caderas, el primer dedo del pie y la columna cervical y lumbar. La artrosis de otras articulaciones como los hombros, los codos o las muñecas es poco frecuente y cuando aparece, es consecuencia de un traumatismo, otra enfermedad articular anterior o por un uso indebido de la misma.
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