Curarse en Salud: Infecciones de transmisión sexual
Clamidia, gonorrea, herpes genital, SIDA, sífilis… el listado de enfermedades o infecciones de transmisión sexual (ITS o ETS) es amplio y se refiere a esas infecciones que se contagian por un encuentro sexual. Además de la prevención, la detección precoz y una correcta educación sexual son claves para luchar contra ellas.
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- 28/10/2015 a las 10:47
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Curarse en Salud: Infecciones de transmisión sexual
“No se trata de afecciones que aparecen en todos los encuentros o relaciones sexuales, sino que se ubican en unos gestos concretos, aquellos donde hay una relación entre genitales y mucosas fundamentalmente de vagina, perineo, glande, ano, boca…” explica Miriam Sobrino Olmedo, matrona del Hospital Rey Juan Carlos y sexóloga del Centro Sexorum.
Son producidas por virus, bacterias, parásitos, y algunas de ellas cuando las padece la mujer durante su embarazo “puede transmitirlas al bebe en el mismo o a través del parto. Por eso es especialmente importante diagnosticarlas en estos casos”, apunta.
Algunas dificultades para consultar sobre ellas tienen que ver con cierto “estigma que acompaña a estos problemas de salud”.
“Es imprescindible que sean abordados desde una actitud comprensiva y saber además, que en el caso de las infecciones de transmisión genital, la mayor parte de ellas tienen tratamiento y cura”, subraya Sobrino.
El asesoramiento, aconseja, sería interesante que hiciera hincapié en conocer como es el cuerpo en situaciones donde no hay problemas de salud. “Si conozco mis genitales, he visto su forma, las características del flujo, el color y aspecto de su piel…será más sencillo que pueda apreciar cambios en la singularidad de los mismos como aparición de heridas o úlceras, cambios en fluidos vaginales, secreción uretral en los hombres, sensaciones no habituales como picor, escozor, molestias al orinar o durante la manipulación de los mismos. Aunque no debemos perder de vista que muchas de estas infecciones son asintomáticas”, enumera Sobrino.
Es importante tener (o saber dónde acudir a solicitar) información concreta sobre las prácticas que implican un riesgo de transmisión (penetración en vagina, ano, caricias buco-genitales principalmente) e incorporar estrategias para disminuir esa posibilidad de infección, fundamentalmente el uso de preservativo masculino y femenino. “En este sentido, un uso correcto del preservativo resulta ser una manera altamente eficaz de minimizar las probabilidades de transmisión de estas infecciones”.
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