Iván Carabaño, jefe de servicio de Pediatría. Hospital Universitario Rey Juan Carlos, explica que la forma más frecuente de hepatitis infecciosa es la secundaria a los catarros. “Como dicha inflamación pasa generalmente inadvertida, no se tiene en cuenta, pero si hiciésemos un análisis a todos los niños con catarro, la podríamos comprobar” apunta.
La manera de ver que un paciente tiene el hígado inflamado es haciendo un análisis de sangre ya que produce aumento de unas proteínas llamadas transaminasas.
Entre los tipos de hepatitis más conocidos están:
Hepatitis A: Es una forma común de hepatitis en la infancia, en países en vías de desarrollo, por lo que en nuestro medio se ve ocasionalmente. Se contagia por vía fecal-oral. Cursa como una gastroenteritis aguda (fiebre, vómitos, diarrea), pero se acompaña de ictericia (tinte amarillo de la piel y las mucosas) y además, es muy típico que los enfermos “orinen del color de la coca cola”. No es necesario ningún tratamiento específico, si bien “hemos de tener una higiene de manos cuidadosa”. Cuando hay varios casos en un mismo colegio, esta indicado vacunar a todos los niños frente a la hepatitis A; de igual modo, está indicado vacunar a los convivientes familiares.
Hepatitis B: Es rara en la infancia. La vía de contagio más habitual en niños es a través del contacto madre-niño durante el parto, y ocurre en bebés cuya madre esté infectada por este virus. “Se puede prevenir, iniciando la vacunación frente al virus y administrando el niño gammaglobulina específica” señala Carabaño.
Hepatitis C: Es también rara en la infancia, pero en este caso la vía de contagio no se conoce en su totalidad. “Se habla del contacto con sangre de una persona infectada o de la vía sexual, pero a buen seguro hay más vías que se desconocen” explica el pediatra que recuerda que “no hay ninguna estrategia de prevención eficaz”.
Otras hepatitis: En la infancia, es frecuente que se inflame el hígado coincidiendo con procesos tales como la mononucleosis infecciosa (enfermedad del beso), y otros cuadros similares (infección por citomegalovirus, toxoplasmosis, varicela, herpes, VIH…)
Para terminar, es bueno tener claro que “el hecho de tener hepatitis no implica que haya que hacer una dieta especial; la única precaución común es evitar el consumo de paracetamol durante un mínimo de 3 semanas” concluye Carabaño.
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