Francisco José Soria Perdomo, jefe del Equipo Médico de Apoyo Quirúrgico del Hospital Sur de Alcorcón y Médico Geriatra del Hospital Infanta Elena de Valdemoro, explica que a pesar de ello, “el dolor crónico no debe considerarse como parte normal del envejecimiento” y para ello “es necesario explorar alternativas para manejo de dolor y aunque no se pueda controlar la totalidad de dolor se pueden hacer muchas cosas para controlar los síntomas relacionados”.
Entre las recomendaciones se encuentran llevar un diario o registro de los síntomas describiendo la hora a la que suceden, “si hay una situación desencadenante, si se tomo la medicina y a que hora, qué otros tratamientos se han tomado, gradación de la intensidad de dolor y efectos secundarios de los fármacos”. También hay que intentar combinar los tratamientos para el dolor con otras alternativas no farmacológicas como el ejercicio. “El manejo de las situaciones emocionales y psicológicas en torno al dolor tienen demostrado beneficio” apunta Soria Perdomo, que recuerda que es necesario llevar en registro de las medicaciones del dolor que ha tomado, así como las respuestas al dolor.
Las Fracturas de Cadera son otro problema importante en nuestros ancianos, en España se llega a estimar una prevalencia de fracturas de cadera de origen osteoporótico de 7,2 por 1000 habitantes.
La tasa de éxitos de la cirugía de cadera es bastante alta con algunos riesgos como las infecciones, que son responsables de 14,8% de las revisiones de artroplastias de cadera y 25% de las revisiones de la rodilla. El geriatra apunta que “puede llevar 6 meses la recuperación tras la cirugía de cadera pero la planificación puede llevar a una mas rápida recuperación”. Sobre los consejos, hay que recordar que “siempre debemos fomentar hábitos de vida saludable como comer sano, vigilar el riesgo de osteoporosis o disminuir el consumo de tabaco”.
Cuando hay una fractura de cadera se plantea la intervención quirúrgica en la mayoría de los casos y, tras ella, es recomendable consultar al médico respecto al ejercicio que podemos practicar, organizar los cambios necesarios para garantizar la recuperación (“buscar ayuda de familiares y amigos”), priorizar la rehabilitación y prevenir caídas con calzado adecuado o adaptaciones en el domicilio.
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