Mª Jesús Esparza, pediatra de atención primaria, explica que “cepillarnos los dientes sirve para limpiarlos de la placa bacteriana, que es una capa pegajosa de bacterias que se forma sobre los dientes y las encías”. La placa produce ácidos que atacan el esmalte de los dientes y que pueden dar lugar a la caries y también irritar las encías: la gingivitis que, a la larga, produce una enfermedad (enfermedad periodontal) que es la principal causa de pérdida de dientes en adultos.
La mejor manera de eliminar la placa es cepillando los dientes y limpiando entre los dientes cada día, “para hacerlo correctamente necesitaremos un cepillo de dientes cuyos tamaño y forma se adapten a la boca de cada persona, para que pueda llegar a todas las zonas con facilidad”. Se debe cambiar el cepillo cada dos o tres meses para que se mantenga en perfecto estado.
Los expertos también recomiendan el uso de hilo o cepillos interdentales, ya que eliminan la placa de entre los dientes, donde el cepillo no llega, y es fundamental para evitar la enfermedad periodontal.
“Para ayudar a los hijos a lavarse los dientes, primero han de aprender los adultos. Conviene seguir un orden, por ejemplo dividiendo mentalmente la dentadura en cuatro cuadrantes, dos arriba y dos abajo” explica Esparza; también recomienda empezar con la parte superior, caras externas de los dientes, “el cepillo se colocará de forma horizontal y perpendicular al diente, ligeramente inclinado hacia la encía”.
Hacer movimientos de cepillado descendentes, siempre desde la encía hacia el borde de los dientes, separar, volver arriba, repetir, de encía a borde del diente, diente por diente y después de las caras externas, pasar a las caras internas con igual técnica.
“Luego pasar a las caras triturantes, éstas se cepillan con movimientos horizontales adelante y atrás; pasar al siguiente cuadrante de la arcada superior y repetir el proceso. Después pasar a la parte inferior, empezando también por las caras externas, cepillo perpendicular, inclinado hacia la encía ligeramente, y movimientos desde la encía hacia el borde del diente”.
Hay que continuar después con las caras internas; para la cara interna de los incisivos (dientes delanteros), tanto superiores como inferiores, se utiliza la punta del cepillo. Posteriormente es recomendable cepillar la lengua, con el cepillo perpendicular y haciendo barridos siempre hacia adelante. “Para que no dé náuseas es conveniente sacar bien la lengua para cepillarla” matiza la doctora.
Para limpiar los dientes a un niño en edad escolar lo más práctico puede ser ponerse detrás del niño con su cabeza apoyada en el cuerpo del adulto. Si es un niño pequeño puede ser más fácil hacerlo con el niño tumbado y el mayor por detrás. “Hasta que el niño tenga unos 6 años la limpieza la deben de realizar los adultos, y después de esta edad no está de más supervisarla” apunta Esparza.
Los cepillos eléctricos pueden ser tan eficaces eliminando la placa bacteriana como un cepillo manual, siempre que se sea meticuloso en su uso.
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