Es tiempo de verano y de frecuentar las playas y piscinas de nuestras ciudades. Con las ganas del buen tiempo y de coger un poco del favorecedor bronceado, muchos nos olvidamos de las normas básicas de la salud a la hora de tomar el sol. Pero igualmente que no nos lanzamos al agua sin flotador si no sabemos nadar o no estamos todo el día a remojo, tampoco podemos darnos baños de sol, sin protección adecuada o exponernos al astro rey durante muchas horas.
Los que quieren coger un bonito bronceado tienen que tener en cuenta que se puede hacer, pero de forma segura. Y es que en verano, playa o piscina hay quien no se mueve de la toalla.
Para pieles normales la exposición al sol se debe realizar aumentando diez minutos cada día y el primero no debe exceder los quince minutos al sol. Es siempre aconsejable evitar las horas de mediodía y hay que tener en cuenta el tipo de piel. Los pelirrojos y rubios tienen poca capacidad de tolerar la radiación solar, mientras que los castaños o de piel morena tienen más tolerancia.
La Asociación Española contra el Cáncer es otro de los organismos que realiza campañas y conciencia de forma habitual sobre la importancia de tomar el sol con prudencia para evitar la posible aparición de cáncer de piel. Recuerdan que el factor de protección acorde con nuestra piel es fundamental. Para ello hay pruebas específicas que nos dicen cual es el más indicado.
Especial cuidado hay que tener con los niños. Los médicos aconsejan que los recién nacidos y los bebés con menos de cinco meses no se expongan al sol y se recuerda que hay que tener especial cuidado con los niños ya que su piel es muy sensible.
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