Cuando la pensión de jubilación debe estirarse para ayudar a los hijos y los nietos
Ramón es uno de los miles de jubilados españoles que se aprietan el cinturón en estos tiempos para colaborar con la economía familiar de sus hijos. Con una pensión de poco más de 1.000 euros y una hija en paro desde hace más de 3 años que tiene su propia familia e hipoteca, Ramón hace la compra un poco más grande para ayudar a llenar la nevera. Cree que si la situación laboral no mejora pronto también tendrá que colaborar con dinero líquido para los distintos pagos mensuales.
Lo peor de todo es que esta situación está empezando a repercutirle psicológicamente. Ramón dice estar más sensible debido a la impotencia que siente. Cualquier pequeña chispa, asegura, desemboca en tensión.
Los nietos, dice, le hacen sentirse más joven. Ellos no lo saben, pero su abuelo ya ha pasado por otras crisis económicas durante su vida y cree que ésta, como todas, terminará pasando.
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