Rapidez y calma. Sobretodo calma. A la hora de desalojar un edificio no hay que ponerse nerviosos. Lo primero es avisar a todos los vecinos del inmueble y, de manera ordena y con fluidez bajar por las escaleras. Nunca por el ascensor.
El jefe de bomberos en Fuenlabrada, Raimundo González nos da este consejo básico a la hora de enfrentarse a una evacuación de emergencia. Bajar en fila, pegados a la pared es imprescindible, no solo para facilitar la subida a los bomberos, sino para poder palpar las paredes a oscuras.
Aunque si el edifico está en llamas la cosa cambia. En estos casos lo correcto es quedarse en nuestras casas. Huir las escaleras conlleva el riesgo de que nos intoxiquemos por el humo que asciendo por el hueco. Es el llamado “efecto chimenea”.
Cerrar todas las puertas, tapar las rendijas con paños húmedos para dificultar la expansión del fuego y abrir una sola ventana hacia el exterior para pedir ayuda es la mejor opción.
Con todo, los bomberos aconsejan a los vecinos de inmuebles reunirse de vez en cuando e, incluso entrevistarse con los bomberos de su localidad para establecer un posible plan de emergencias.
Aunque, como siempre, a la hora de enfrentarse a una situación así, nuestra primera reacción debe ser llamar al 112 de Emergencias o al Servicio de Bomberos del municipio.
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