Las tareas tendrán una duración de tres meses hasta limpiar el terreno del plomo originado por los disparos.
La empresa portuguesa Prova de Sucesso es la encargada de realizar estas labores, que consisten en la retirada mediante medios mecánicos de una capa de 20 centímetros de tierra en la superficie donde se registra la mayor precipitación de residuos metálicos.
Posteriormente, todo el material se deposita en una máquina que separa los plomos de la tierra para luego devolverla ya limpia a su sitio.
Según el Ayuntamiento, a través de la realización de estos trabajos, las instalaciones comenzarán el año presentando su mejor cara y con un entorno libre de residuos contaminantes.
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