La agresión tuvo lugar en noviembre de 2010 en la puerta de un bar de Valdemoro en el que la víctima veía un partido de fútbol. Los cuatro acusados, junto con una quinta persona aún no identificada, habían preparado previamente la acción, y asaltaron al menor, de 16 años, apuñalándole en tres ocasiones sin mediar palabra.
Durante la primera sesión del juicio, dos de los cuatro procesados han inculpado a otro de los acusados y han manifestado que les confesó el crimen, mientras que han exculpado a otro acusado que sí había sido identificado por la víctima y que desde 2010 se encuentra en prisión preventiva.
Sin embargo, y siguiendo con la tónica de contradicciones de la vista oral, el inculpado por los otros dos acusados ha manifestado que la noche de los hechos se encontraba “en el hospital con su novia”.
El Ministerio Fiscal pide 14 años de prisión y 62.700 euros de indemnización por un delito de asesinato en grado de tentativa y agravante de disfraz, y según su relato sólo uno de los cinco agresores tenía relación previa con la víctima, que se define como “franquista-falangista”, por lo que la investigación apunta a motivos ideológicos debido a que los acusados pertenecen a movimientos violentos de izquierda radical asentados en el sur de Madrid, algo que han negado los cuatro durante su comparecencia.
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