Coca Cola es tajante. O se les permite la entrada o no podrán cumplir la sentencia. Afirman hay que realizar con “la máxima urgencia” trabajos de mantenimiento en la planta, más de un año cerrada y con un “grado de deterioro total” que si no se corrige supone un riesgo para la seguridad de las personas. Se acusa a los trabajadores de impedir, el viernes 29, la entrada del representante del embotellador, acompañado de un notario, exigiendole un documento en el que se especificará qué se va a hacer en la fábrica.
Desde el Campamento de Coca Cola, Juan Carlos Asenjo, su portavoz y representante de CCOO, recuerda que la normativa les ampara a la hora de exigir un papel que certifique los trabajos que se harán en la planta. Con eso, los trabajadores pueden saber si la empresa va a cumplir la sentencia y dejar la fábrica como centro productivo o va a transformarla en centro logístico y no cumplir lo que marcó el Supremo, afirma.
Asenjo niega que los trabajadores impidieran el paso a la fábrica. Coca Cola, por su parte, habla de “ocupación ilegal” la de los trabajadores acampados, que “desde hace más de un año no permiten a Iberian Partners entrar al centro”. La empresa garantiza “ a los trabajadores que quieran volver que podrán hacerlo en las condiciones en que se fueron.
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