Se trata de la denominada “operación Pinokios”, que ha investigado todas las denuncias que partían de Pinto y que, aunque no tienen vinculación aparente, sí compartían el “modus operandi”. En total han sido detenidos cuatro varones y una mujer con edades de entre 36 y 47 años y vecinos de Pinto.
El primero de los casos fue el del propietario de dos talleres que denunciaba robos en ambos centros, uno por butrón y otro por alunizaje. El seguro le pagó 48.000 euros. Otro caso sucedió en un taller mecánico en el que se denunció un butrón y que se indemnizó con 22.000 euros.
A estos le sucedió una denuncia de una ciudadana china a la que se le pagaron 10.000 euros por entrar en su establecimiento tras forzar la cerradura. Los dos últimos casos se dieron en una vivienda y un trastero particulares, a cuyos dueños se les pagaron 1.800 y 1.621 euros respectivamente.
En todos las casos la inspección ocular de la Guardia Civil ya sospechó de la falsedad de los hechos, ya que todo indicaba que los daños se habían producido desde dentro de los locales o de manera poco habitual, algo que finalmente han confirmado las investigaciones que han obligado a la detención de todos los responsables.
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