Cinco pasos a seguir para alquilar un apartamento de verano por Internet sin ser engañados
Es una historia repetitiva cada verano, pero que se puede evitar. Contratamos el alquiler de un apartamento para unos días, pero cuando llegamos nos llevamos la sorpresa.
Del millar de consultas y reclamaciones registradas durante las dos primeras quincenas del verano por la Federación de Usuarios y Consumidores Independientes, el 31% se referían a que el apartamentos no cumplía con la capacidad prometida, el 25% a que no estaba ni de lejos (y nunca mejor dicho) a la distancia publicitada respecto a la playa, el 8% a que el inmueble tenía problemas con los aparatos eléctricos, y el 2% criticaban directamente que el apartamento ni siquiera existía.
Según FUCI, las contrataciones por Internet de estos apartamentos generan 21 quejas diarias y, por eso, ofrece una serie de consejos a seguir en cinco pasos, para evitar malos tragos.
Primero: analizar el anuncio. Desconfíe de los precios sospechosamente bajos y compruebe si otras personas han alquilado el inmueble anteriormente.
Segundo: el pago. Nunca abone la tarifa por completo por adelantado. La fianza, que se recomienda sea la mínima posible, es mejor hacerla mediante tarjeta de crédito. Además, pida un recibo.
Tercero: la contratación. Si hemos establecido el contacto por Internet o teléfono móvil guarde los mensajes y las llamadas recibidas, exija al arrendatario que le envíe una copia de su DNI y un recibo del último IBI.
Cuarto: en el apartamento revise que todo está en orden y que todo funciona. Recuerde que no le pueden cobrar ni los recibos de agua, luz, comunidad o impuestos como la recogida de basura. Todo eso corre de la cuenta del propietario.
Quinto: si considera que sus derechos como consumidor han sido vulnerados ponga una reclamación, preferiblemente en el propio municipio donde se encuentre el inmueble. Y si sospecha que, detrás pueda haber un fraude, diríjase a la Guardia Civil o Policía Nacional.
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