¿Por qué dejar de fumar engorda? Se preguntan muchos ex fumadores. La respuesta está en la nicotina, el componente más adictivo del tabaco que inhibe el apetito y produce pérdida de peso. ¿Pero por qué?
Un equipo científico de la Universidad de Santiago de Compostela lleva estudiando desde hace tiempo una proteína del organismo llamada AMPK. Ellos han sido pioneros al identificarla como una de las claves en el tratamiento de la obesidad.
Manipulándola han conseguido que las cobayas de su laboratorio pierdan peso a pesar una alimentación desmedida y, al revés. Ahora hay que ver como se puede tratar en humanos, ya que la obesidad es una enfermedad para la que escasean los fármacos.
Quizá el secreto esté en un comportamiento incoherente que a ningún otro animal, a excepción del ser humano, se le ocurriría: fumar. Resulta que la nicotina afecta directamente a la relación entre la AMPK y el gasto energético, de ahí que muchos fumadores sostengan que fumar les quita el apetito y que, cuando dejan el hábito, engordan.
Ahora el reto para estos investigadores está en descubrir como lograr los mismos efectos que la nicotina en esa enzima sin que sea perjudicial para nuestra salud.
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