César Jiménez afirma que salir por la puerta grande de Las Ventas se asemeja a “tocar el cielo con los dedos”, y eso que el diestro fuenlabreño ya ha probado estas mieles en cuatro ocasiones. Tras cortar una oreja en cada uno de los toros de su lote de Peñajara, volvía a encarar a hombros la calle Alcalá.
Triunfar en la primera plaza del planeta taurino tiene consecuencias, y por eso apenas unos días después el teléfono de su apoderado ya sonaba para negociar nuevos contratos.
César Jiménez no elude pronunciarse sobre cuestiones delicadas como la actitud beligerante de sectores como el tendido del 7 en Madrid, asegurando que la crítica siempre es buena, hasta que se convierte en “intransigencia”. Sobre su temporada, el diestro ha mostrado su pesadumbre por no aparecer en los carteles de Valencia ni en la feria de fallas ni en los previstos para julio, ya que se trata de su plaza “fetiche” y en la que ha abierto la puerta grande en más de 10 ocasiones. Todo apunta a que la falta de acuerdo económico ha sido la responsable de su ausencia.
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