La petición de la fiscalía de 8 años de cárcel a cada uno de los 8 sindicalistas de Casa (ahora Airbus) que participaron en la huelga general de 2010 es una decisión política que va a desembocar en un juicio político similar al que ya sufrió la cúpula de Comisiones en 1973..en el llamado proceso 1001.
Es la denuncia de Comisiones Obreras, que defiende con uñas y dientes, la actuación del piquete que se formó ante la factoría de Getafe...en una situación en la que tanto los miembros del piquete, como trabajadores que intentaban entrar en la fábrica y los policías antidisturbios que acudieron, resultaron heridas.
Jaime Cedrún insiste en la idea de acusación política tras haber hablado con el ministro de Justicia e incluso con la delegada del Gobierno en Madrid.
El fiscal considera que cada uno de los 8 trabajadores cometieron un delito contra los derechos de los trabajadores (por -presuntamente- agredir e impedir que entraran empleados que no querían sumarse a la huelga); otro de atentado y otro de lesiones contra los antidisturbios que intervinieron.
Por su parte, Comisiones asegura que los acusados también fueron agredidos y que incluso, los policías llegaron a disparar al aire.
Comentarios
juan dice:
Que es lo que pensaban los trabajadores que querian entrar a trabajar?? Les parecia bien que sus hijos, cuando entraran a trabajar en la misma empresa, lo hicieran con menos derechos y ganando menos dinero que ellos mismos?? Les parece bien que no conservemos para nuestros hijos lo que nuestros padres ganaron para nosotros??
martes, 18 de febrero de 2014 a las 04:13