Corría el año 2006 y quedaba poco para que concluyera la legislatura. Fue entonces cuando estalló uno de los mayores casos de corrupción conocidos hasta entonces. Se publicaba que el alcalde y su antecesor habían acudido a Andorra a abrir una cuenta con dinero de comisiones urbanísticas, hasta 40 milloens, por modificar la faz de Ciempozuelos de arriba abajo. Esa era la acusación que mantuvo Manos Limpias y el Partido Popular en sus denuncias.
A partir de ahí el caso ha estado latente pero curiosamente muy unido a procesos electorales. Se destapa antes de unas elecciones, se abre juicio oral en 2011, también año electoral, y se juzga en 2013, para que la sentencia salga sólo una semana antes de empezar la campaña electoral actual.
La posible politización del caso se llegó a criticar desde su inicio, porque el juez instructor, que abrió la causa en un juzgado de Valdemoro, Agustín Carretero, fue fichado sólo unos meses después por el gobierno entonces de Esperanza Aguirre como director general de Política Interior, cargo de confianza.
Por su parte el principal acusado, el ex alcalde Pedro Torrejón, abandonó el PSOE criticando que le habían dejado solo, fundó un partido independiente y desde entonces ha sido elegido como concejal, para ahora volver a presentarse por tercera legislatura consecutiva por el partido CPCI.
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