Amada Talía,
Lamento profundamente molestarte con el tono airado de la carta de este mes. Pero, ¡BASTA YA! Resulta perverso que los defensores del capitalismo acusen de despilfarro a lo público. NO. La situación actual germinó en la ambición desmedida y la corrupción auspiciada por el mismo sistema especulativo. Y, mientras otros andan perdidos preguntándose quién les ha robado el mes de abril, la diferencia entre ricos y pobres aumenta a una velocidad endiablada, dejando ya poco recorrido entre la indignación y la rebeldía. A estas alturas deberíamos calibrar ya la distancia que hay entre la mano de obra sometida y la esclavitud.
Que no nos cuenten más cuentos. Decía León Felipe que la cuna del hombre la mecen con cuentos, que los gritos de angustia del hombre los ahogan con cuentos, que el llanto de hombre lo taponan con cuentos, que los huesos del hombre los entierran con cuentos…Y que el miedo del hombre ha inventado todos los cuentos.
Algunas de las consecuencias de este ataque furibundo a lo público, serán las heridas que dejará al teatro comprometido y valiente. Aun así, tu arte sigue revolviéndose con su crítica feroz, tan necesaria para la buena salud democrática de nuestra sociedad.
Hay buenos ejemplos en la cartelera pública madrileña:
Porque no podemos dejar de ser para sobrevivir, con la ayuda del teatro, amada musa, recuperaremos el alma que nos aporta la identidad de seres humanos. Porque el teatro es rebeldía, es una buena semilla para sembrar la respuesta social a la injusticia y nos ayuda a decir NO con la misma rotundidad que sonó el portazo de Nora en Casa de Muñecas.
Siempre tuyo
Luis Lozano, Coordinador de Programación Patronato Municipal de Cultura Fuenlabrada
Posdata:
Mientras lees esta carta, disfruta de Sueño de una noche de aquelarre de la Sinfonía Fantástica de Berlioz. La buena música contra el inmovilismo y el miedo que nos atenaza y hace que nuestra vida se parezca más a la del protagonista de la película Groundhog Day (El día de la marmota) de Harold Ramis, que a la del de Big Fish de Tim Burton. Ah, y los que buscan el mes de abril, deberían buscar en el cajón donde guardan el corazón, no la cartera.
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