La operación que culminó con la detención de la banda comenzó en junio de 2011, cuando la Guardia Civil halló 500 gramos de cocaína en un control de tráfico en la A-6 entre Villacastín y Villalba. Siguiendo el rastro llegaron a Leganés, donde encontraron una pequeña red de suministro de droga conectada con A Coruña a través de autobús.
Por todo ello la Guardia Civil registró varios domicilios de Madrid capital, Leganés, Getafe y A Coruña. Tras el juicio los condenados, de diferentes nacionalidades, tendrán que cumplir entre tres y seis años de prisión y pagar varias cantidades como multa.
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