En esta operación en España han sido detenidas ocho personas que seguían las instrucciones del líder de la red, un experto informático alemán capaz de vulnerar las bases de datos de entidades bancarias, inhabilitando todas las medidas de seguridad y restricciones sobre el uso de tarjetas.
El cerebro de la red comunicaba determinadas numeraciones de tarjetas bancarias a personas de su confianza repartidas por todo el mundo. Los líderes de cada célula copiaban estas numeraciones en tarjetas blancas, dotadas de bandas magnéticas y las distribuían entre su red de colaboradores.
Cuando el líder eliminaba los límites de retirada y restricciones geográficas de estas tarjetas, comenzaba una actuación coordinada a escala mundial para extraer de cajeros automáticos y de forma simultánea la mayor cantidad en efectivo. En febrero, consiguieron en 23 países y en pocas horas, 40 millones de dólares, de los cuales 400.000 se sacaron de cajeros españoles.
En la célula española se encontraban ocho personas de nacionalidad rumana y marroquí, afincadas en Mejorada del Campo y Fuenlabrada. Uno de ellos, era experto siendo menor en el uso fraudulento de tarjetas y era el cerebro de este grupo.
Con esta operación se ha conseguido desarticular la mayor parte de la organización asentada en España, cuando empezaba a reorganizarse para ataques similares en países de la Unión Europea, e incluso, en Japón.
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