Rebajas, rebajas, rebajas. También el pequeño comercio ha empapelado sus escaparates con el llamativo gancho de los descuentos y las ofertas.
La época de rebajas se presentaba como una buena opción para reflotar las ventas tras dos años de crisis. Pero las expectativas ya se presentaban algo sombrías y las encuestas estimaban que apenas nos gastaríamos 75 euros esta vez.
No iban desencaminadas y, a mitad de verano, los comercios vuelven a apreciar un descenso en el volumen de ventas.
Pulsamos la caja del pequeño comercio empezando por la moda. Si el periodo estival era sinónimo de renovar el armario, este año han descendido las compras alrededor de un 10%, en la línea que el primer año de crisis.
También en zapatería, ese gran protagonista de los complementos de verano, nos hemos vuelto más comedidos. Entre un 20 y un 30% han descendido aquí las ventas, llegando al 40% en algunos comercios especializados en deportes.
Además, nos cuidamos de sacar alegremente la tarjeta y miramos más el presupuesto en efectivo que destinamos a nuestras compras.
Pero si algún complemento caracterizaba nuestras compras de verano hace unos años, éste era sin duda las gafas de sol. Las modas y las tendencias nos obligaban a renovarlas casi cada año. Desde luego eso se ha acabado.
Aquí nos dicen que, si bien antes el consumidor se gastaba hasta 150 euros en unas gafas de sol, ahora apenas llega a los 80 y prescinde de marcas.
Aún queda mucho verano y muchas rebajas por delante y con el mes de julio de finiquitado todavía hay muchos que, como quien dice, espera hacer su agosto y salvar la temporada.
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