Esta es la frase que repetía mi abuelo cada vez que oía alguna noticia que le sorprendía con un gran avance, y murió a los 97 años en 1989.
En ese momento, si a un paciente como él, al hacerle la historia clínica le preguntabas sus antecedentes familiares, era difícil que te pudieran contestar a no ser que hubiera sido una muerte traumática o como mucho: “de los pulmones” “de la tripas” o respuestas similares poco específicas. A partir de aquí llegaron los grandes avances en técnicas diagnósticas de imagen, RMN, TAC, PET…., que nos han permitido ver lesiones que nunca hubiéramos imaginado, y no solo en imagen bidimensional, sino en movimiento para observar la función... Leer más.
Comentarios