Se trata de una serie de comentarios en los que Miguel Ángel Olmos, secretario del comité de empresa de Aserpinto, asegura que en contra de las informaciones difundidas por el gobierno municipal, la empresa ha aumentado su plantilla y sólo ha reducido un cargo de confianza. Además muestra su intención de facilitar una lista de nuevas incorporaciones a la empresa a otros usuarios de la red social, aunque sin dar nombres ni iniciales, lista que finalmente no fue facilitada.
Olmos cree que se trata de una medida desmesurada, ya que el expediente disciplinario está contemplado como sanción muy grave y podría acarrear entre tres y seis meses de suspensión de empelo y suelo o despido. Además asegura que en ningún momento hizo nada ilegal y que de hecho jamás ha publicado información sensible a pesar de haberla tenido en sus manos. Cree que este caso es asimilable a la información que también publica el gobierno a través de los medios de comunicación.
Mientras, tanto la sección sindical de UGT como la de Comisiones Obreras se preguntan si detrás de esta sanción hay una “actitud antisindical” en Aserpinto y recuerdan que con la llegada del PP al Gobierno los sindicatos fueron expulsados del consejo de administración de la empresa pública de servicios.
Comentarios