En abril de 2009 los tribunales admitieron a trámite una querella interpuesta por el doctor Luis Montes y unos de sus compañeros contra Manuel Lamela por tomar como válida una denuncia anónima para llevar a la justicia el caso de las sedaciones supuestamente irregulares. En la querella también se apuntaba a otros seis médicos responsables de realizar un informe encargado por la consejería de Sanidad sobre el caso.
La Audiencia Provincial de Madrid ha archivado la querella y asegura que, como consejero, Lamela tenía la “obligación” de “poner en conocimiento de la autoridad competente, con carácter inmediato y urgente, cualquier anomalía que observara”. Asimismo la juez señala en el auto que “no han podido indicar en qué se faltó a la verdad o por qué motivo se reputa falso el documento”.
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