La Policía Nacional arrancó la operación a mediados de abril tras detectar un vehículo circulando a gran velocidad por la carretera M- 404 en dirección a Serranillos del Valle. Tras darle el alto, los agentes comprobaron que en su maletero portaba una decena de cajas con 261 teléfonos móviles (valorados en más de 37.000 euros) y no pudieron certificar su procedencia, por lo que finalmente fueron detenidos.
Dichos teléfonos formaban parte de la mercancía contenida en una furgoneta robada antes en Móstoles, que en total superaba el medio millón de euros en valor. Este vehículo apareció calcinado horas después en el término municipal de Griñón.
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