El tritón alpino, identificable por su color naranja brillante sin manchas en la parte inferior de su cuerpo, nunca ha sido autóctono de la Comunidad de Madrid. Estudios genéticos han comprobado que fue introducida antes de 1928, de forma desconocida pero devastadora. Y es que el tritón es un fiero competidor para algunas otras especies que sí son autóctonas y que se han visto perjudicadas por su inclusión.
Eso nos sirve también para concienciar del peligro de abandonar especies en entornos naturales sin control ni conocimiento. Lo ha remarcado nuestro invitado, Jaime Bosch, investigador del Museo de Ciencias Naturales y colaborador de la Comunidad de Madrid en el Centro de Cría de Anfibios en Cautividad de la Sierra de Guadarrama.
La disyuntiva ahora es si conservar este anfibio, debido a que su población en el resto de España no es especialmente numerosa, o luchar contra él, versión más posible, ya que su impacto no es beneficioso para el resto de especies locales.
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