La presidenta regional Esperanza Aguirre anunció la pasada semana que habrá peajes en las autovías de la región, de momento, con toda seguridad en la M 45. Se piensa sacar la instalación del peaje a concurso público y adjudicarla antes de fin de año. Las previsiones del gobierno regional apuntan a que esta medida reportaría a Madrid 900.000 euros en este ejercicio y unos 30 millones de euros el que viene.
Así las cosas, la opinión de la calle, dista mucho de ver con buenos ojos la medida. La mayoría cree que no habría que pagar peaje y que si hace falta dinero debe venir de otros sitos, porque el ciudadano de a pie “no aguanta más”.
Además de la M 45, se apuntan otros nombres para instalar peaje, como la carretera de los Pantanos, la M 501. Según especificó Esperanza Aguirre las opciones que “se están barajando es porque su mantenimiento es costoso” para el gobierno autonómico. Argumento que algunos entienden.
Dicen desde el gobierno regional que, aunque no se conoce el precio del peaje, será muy asequible y se descarta que haya precios diferentes en “horas valle” o en “horas punta”. Pero para el sufrido ciudadano, cualquier peaje, por muy económico que sea es un gasto que termina siendo inasumible, por eso muchos aseguran que si hay que pagar se irán por otras vías, como la M 50 o la M 40 que son gratis, a pesar de los atascos, que creen se incrementarán.
Una de las gasolineras situada en un punto estratégico, entre la M 45 y la M -40, en una de las entradas al barrio de La Fortuna, en Leganés, no sabe cómo le afectará esta decisión a su negocio. Aunque sus trabajadores también especulan con dejar de utilizar la autovía o usarla menos, si hay peaje.
Aguirre ha señalado que prefiere instalar estos peajes a cobrar impuestos a los automovilistas. Lo cierto, es que la medida está por llegar y muy buena acogida no está teniendo.
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