En la sentencia, los magistrados exoneran a Sergio, Felipe y Roberto Carlos del delito de agresión sexual del que habían sido acusados y por los que la Fiscalía de Madrid pedía 17 años de cárcel.
La joven ha reconocido que exageró y mintió a todos, entre ellos a su familia y a la Policía, para que la denuncia fuera más creíble ante el temor de que sus supuestos agresores pudieran hacer algo a su familia.
La resolución jurídica declara probado que la víctima y uno de los acusados se habían conocido por Internet y habían mantenido en una ocasión relaciones sexuales.
En enero de 2005 decidieron quedar. A la cita acudió un primo y un amigo de Sergio. Se trasladaron a un descampado de Carabanchel y allí mantuvo relaciones sexuales con dos de ellos.
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