Antonio tenía una relación tensa con su hijo de 24 años desde que se separó. Conversaciones lacónicas y encuentros fríos. Todo hasta que su hijo decidió visitar el campamento en el que pasaba tanto tiempo. Allí comenzó a admirar a su padre y según Antonio, “le recuperó”, porque le empezó a admirar.
Otros como David reconocen que los 20 meses de lucha, con un calendario lleno de concentraciones, manifestaciones y guardias en el campamento, le han pasado factura en lo personal. La familia e incluso los amigos, se han resentido, pero, dice, vuelve a tener trabajo.
Leandro Pulido hoy cumple 61 años. Será un cumpleaños que nunca olvidará. Peleón como pocos, siempre pegado al megáfono, ha celebrado la reapertura de la fábrica y su cumpleaños, un colofón que ha terminado con el campamento cantándole el cumpleaños feliz a voz en grito.
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